El entrenamiento mental y emocional debe planearse con la misma rigurosidad que el físico. Por eso, este programa se adapta al ciclo deportivo de cada atleta o equipo, integrándose de forma práctica en su rutina de entrenamiento y formación.
Trabajamos las cuatro áreas fundamentales del desarrollo deportivo: física, técnica, táctica… y mental.
Porque sin una mente fuerte, ninguna preparación está completa.